martes, 23 de diciembre de 2008

79

Los patos bajaron e invadieron la ciudad de graznidos, fuertes, resonantes pero sin eco, se podían oír los gritos de la gente rebotar en las paredes y los "Cuacs" detrás sin regresar, tal vez esa era la causa del pánico, tal como la profecía del señor pelos de espagueti había dicho, cuando las pesuñas de los caballos rocen el pasto y cuando las aves emplumadas persigan con armas a los humanos, será el día que por fin la podrás besar y entre tanta destrucción y tanto alboroto, cerré los ojos, te tome de la cintura y estrelle mis labios con... tu nariz, entonces retrocedí, me viste raro y yo apenado lo intente de nuevo, pero esta vez con los ojos abiertos le atine a tus labios y te besé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

estos patos si tienen eco...