martes, 2 de diciembre de 2008

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No podía dejar de comerse a si mismo, era como un pequeño agujero negro. Termino por dejar de existir cuando se comió los dientes.

2 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Curioso lo de no poder comer sin dientes...
PD. ¿Te importaría si te enlazo en el blog?

El escupidor de palabras dijo...

Eeey al contrario! que bueno que pases!! un abrazote!!