martes, 13 de enero de 2009

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En aquellos tiempos recuerdo como le encantaba leer, leía todo lo que encontraba, se pasaba el día entero en el sillón con los lentes de abuelita a punta de nariz siguiendo con un dedo su lectura, devorando paginas enteras, leyendo letras que formaban palabras y palabras que creaban novelas, todos los días era la misma historia, podías llegar y sentarte a platicar y todo lo sabia, te contaba las mejores historias y los datos mas curiosos de la vida, hasta que un día cambió... a alguien se le ocurrió dejar una caja de luz en su sala y lo que buscaba en los libros lo encontró masticado y digerido en la pantalla, y ahí se quedo, se sentó frente al televisor y se olvido de lo demás, ahora en vez de historias y datos curiosos me platica chismes de los famosos.

1 comentario:

copo dijo...

Que historia mas triste. Y mas cierta. Lo cual la hace mas triste.