sábado, 9 de mayo de 2009

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Había una vez un niño lobo, el cual estaba cubierto con pelo de los pies a la cabeza, cierto día conoció a una niña, la cual era casi igual a las demás, de no ser por su nariz, su sonrisa y por tener la piel mas blanca que en su vida había visto.

-¿Me vas a comer?

Le pregunto la niña asustada.

-No lo sé, ¿Tienes miedo?

Le pregunto el niño lobo.

-Si, mucho, tanto pelo en tu cuerpo no me deja ver quien eres realmente y eso me asusta, tal vez quitandote todas esas capas de cabello pueda ver quien eres realmente.

Le dijo, así pues, el niño lobo accedió a las peticiones de la niña, la cual uso 44 rastrillos y 3 navajas de afeitar hasta dejar sin un pelo al niño lobo, solo así pudo ver quien era realmente.

-Ahora te conozco, hasta pareces un niño normal.

Le dijo la niña con una sonrisa en la boca, mientras el niño lobo se acercaba a ella lentamente y de pronto !Ñam!  le clavo los dientes, arrancando un gran pedazo de carne, mientras la niña lloraba y gritaba sin poder escapar.

-¡No me comas por favor! ¿Por qué me haces esto?

Le preguntaba a gritos.

-No lo se... Creo que así soy.

Le respondió el niño lobo mientras se la seguía comiendo.

Al final, solo quedaron los huesos de la niña y al verlos, el niño lobo se arrepintió.

-No lo volveré a hacer.

Se dijo a si mismo, sin saber que después de un tiempo volvería a comer.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

y algunas veces asi es; está en su naturaleza...


(but it was worth trying it!)

Anónimo dijo...

aunque el lobo se rasure los vellos, lobo se queda... !?

pero igual valia la pena intentarlo

(No sé porque, pero mi comentario se parece al anterior, aunque yo soy otro anonimo bien diferente)

F. Iniri dijo...

El hambre de cualquier tipo nos convierte en lobos...

(o rayos, yo no soy anónimo!!!!)

copo dijo...

Ja! el primer anónimo usó en su comentario una de las frases que yo iba a usar! que diablos, lo diré de todos modos. Pobre niño lobo, comer niñas está en su naturaleza. Y lo volverá a hacer, aunque no lo sepa, aunque no quiera, aunque se vuelva a arrepentir...pobre niño lobo.

Anónimo dijo...

Si así es el niño lobo ¿qué aremos? No está en nosotros cambiar a alguien que le agrada ser lo que es.

Romina Power dijo...

Me recordó a la película "Déjame entrar" solo que la diferencia es que la "mala" era la niña y no el chamaco, y la niña no era loba sino vampirita...

Pero se enamoraron y aunque casi le encaja los colmillos, se enamoran y se van juntos a quién-sabe-dónde. Buenísima.

Saludos.

La navegante esquizo dijo...

y despues de la primera mordida, la comio enterita.....
woooooooow¡¡¡