viernes, 16 de julio de 2010

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Después de ver como el martillo golpeaba su cabeza metálica contra la pared sin darle a nada en especifico, un pequeño clavo le dijo:
-¡Ey! ¡No golpees la nada! No te sirve si no tienes un clavo que clavar, solo tendrás dolor de cabeza.
El martillo paró por un momento de golpear la supuesta nada, miró al clavo desde lejos y le dijo:
-No puedo, soy necio y obstinado, me gusta pensar que aquí va el clavo que sostendrá la fotografía que tanto me gusta.
Y siguió golpeando la nada.

3 comentarios:

இலை Bohemia இலை dijo...

a cabezota no le gana nadie, pero al menos tiene sus expectativas, lo cual tampoco está tan mal...

இலை Bohemia இலை dijo...

hey!!!

ya nadie escupe palabras por aquí????

:(

Anónimo dijo...

Asi le pasa a muchos buscan donde no hay y se olvidan de lo que tienen