La cuerda floja temblaba, pero aun así tenia que llegar al centro, donde me quedaría de ver con mi compañero, estaba concentrado en mis movimientos, en el contrapeso y en el movimiento que mi compañero creaba en la cuerda, la gente nos miraba con asombro muchos metros abajo, de vez en cuando se veía un flash de alguna cámara y de pronto vi sus zapatos... no lo podía creer, tenia un alacrán enorme subiendo por sus pies.
-¡Espera! ¡Tienes un alacrán!- le grite
-¿¡Que!?
-¡Que tienes un alacrán!
-¡No te escucho! - me gritaba, luego bajó la mirada y me volteo a ver con miedo en su rostro - ¡Tengo una araña en los pies!
-¡Es un alacrán!- Le grite
-¡¿Que?! !No te escucho¡ ¡Pero creo que voy a regresar! ¡Tengo una araña en los pies!
-¡No! ¡Espera! ¡Vas a mover todo y me voy a caer! - Le respondí asustado.
-¡¿Que!? ¡No te escucho nada! ¡Me voy¡ ¡No puedo seguir con una araña en los pies!
-¡Que es un alacrán! ¡No te muevas! ¡Me vas a tira... -
Y así fue como termine en esta inútil silla de ruedas, por culpa de un compañero sordo, ciego y estúpido.
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