Llegando a la casa siempre grito:
-¡Ya llegue!
Me quito el saco, luego la camisa y la corbata, luego los zapatos, después el pantalón, luego la ropa interior y al final dejo mi cuerpo en el perchero y me entrego como soy.
Microcuentos, historias, relatos, conversaciones y experiencias escupidas directamente del inconsciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario