-¿Por qué lloras?
-No estoy llorando, estoy contando.
-¿Contando? ¿Qué puedes contar recargado en la pared?
-Estoy contando, por que estoy jugando.
-¿Qué estas jugando?
-Escondidillas en la ciudad
-¿Y quien se esconde en la ciudad?
-No se, cuando la encuentre te podré decir.
-¿Y por donde empezaras a buscar?
-No lo se... tal vez por aquí.
4 comentarios:
y de nuevo, se muestra presente el juego eterno, el juego del amor...
seguro que en alguna parte de la ciudad se agazapa alguien detrás de un objeto absurdo esperando a ser encontrado.
Rechace un comentario sin querer:
No Soy Poeta dijo:
Jugaré ese juego, es posible que terine llorando y me olvide de contar.
Y yo digo:
Gracias por seguir entrando a este su humilde blog.
a buscar, a buscar...pa encontrar..
jugar siempre es alentador¡¡
suerte¡¡¡
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