martes, 10 de marzo de 2009
139
Me devoro las manos primero para no tocar, para olvidar que se siente acariciar, para no usar mis dedos y jugar por ahí, después me las ingenio para seguir comiendo, tal vez metiendo un palito en los huequitos que quedaron, en uno el cuchillo y en otro el tenedor, entonces así ya puedo empezar con los pies para no poderte seguir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Joder! Sr. antropofago y su lírica mal deducida por este poetastro. Good Luck!
que fuerte¡¡¡..
pero creo que al final lo unico que hay que cortar es la dependencia al recuerdo.
no pierda las manos¡¡
;)
devorarme por el hambre que tengo de vos...
muy bueno.
Buenisimo!
Publicar un comentario