Sonó la alarma del reloj y el señor con barba se volteó, no sonreía, solamente maldecía:
-En este mundo ya no hay paz, no me dejan dormir, merezco una siesta y aquí no me dejan morir cada noche, ¡malditos!.
Volvió a recostar los pocos cabellos que tenia y sonriendo dijo:
-Mañana será mi venganza.
Solo así... durmió tranquilo.
2 comentarios:
Quien lo dijera? la venganza como cura para el insomnio...muy buena idea, la aplicare
Y si, gracias por darme la idea.
Saludos.
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