¿-Señor, le limpio el alma?
-No ahorita no, gracias.
Mientras el limpia almas se seguia acercando y el hombre con el alma sucia le seguia diciendo "No" con el dedo, sin importarle esto, llego y empezo a limpiarle el alma.
-Ahi lo que tenga es bueno.
-Te estoy diciendo que ahorita no tengo.
-Lo que sea, de verdad.
Le decia mientras terminaba de limpiarle el alma.
-No tengo, te la debo.
-Esta bien, no se preocupe, ahi pa la otra, mínimo dejeme una sonrisa.
Pero el hombre con el alma limpia, siguió su camino.
2 comentarios:
Me pregunto si al igual que la analogia con los limpiaparabrisas, la lluvia podra limpiar el alma? O eso depende de la intensidad de la lluvia? O de lo sucio del alma?
Perdonen las preguntas, pero llueve mientras escribo esto..solo me lo preguntaba...
Buen escrito...Creo que más de uno, incluyendome, necesita un buen soul washing...
Pues no creo que tenga el alma limpia si no le dio ni un duro, ni la sonrisa siquiera.
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