miércoles, 7 de enero de 2009

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Y me volviste a decir que los sueños solo eran eso... sueños, pero yo me tape los oídos como no queriendote escuchar, te mire enojado, no lo podía creer, la niña que había venido de aquel lugar ahora negaba su propia existencia.

- A ver...-

Le dije.

-Entonces todos los lugares que conocí ahí, junto contigo, ¿No existen? todo el tiempo que pasamos platicando por días (aun que en realidad fuera una sola noche.) ¿Nunca paso? 

No me vengas con tonterías, no te quieras excusar ahora por que este es mi sueño y si te portas mal, despierto.-

Le termine diciendo aun mas enojado y ella con miedo se quedo callada, mejor seguimos caminando tomados de la mano, al fin que aun no era hora de despertar.

1 comentario:

Feyoville dijo...

Sueños, que nos muestran los sonidos de nuestra mas anhelada realidad. Sombras del subconciente tranformados en imagenes de deseos y recuerdos ó solo fantasmas del corazón que nos atormentan con la imperativa necesidad que tenemos de encontrar nuestra propia libertad.