Yo solo lo miré con una sonrisa sarcástica en la boca, como dándole la razón y luego me miré los pies y me di cuenta que estaba descalzo... exactamente igual que él.
domingo, 30 de noviembre de 2008
5
Lo que alguna vez fue santo y consagrado, hoy aparece en mi banqueta sangrado y corrompido; al principio, tengo que admitir que no lo vi y en la mañana le pasé el coche por encima, me bajé asustado y al verlo en el suelo, solo me dijo con una voz cansada: "Tengo muchos conocidos, pero pocos son mis amigos, siempre ha sido así, no me mates por favor."
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