domingo, 30 de noviembre de 2008
10
Tengo dos objetivos en la vida, el primero ya se me olvido y el segundo es morir feliz, no se si lo pueda lograr, pero por eso escribo sin pensar.
8
Escucha pasos ahogados en orines de gato, suelen decir palabras que nunca he escuchado. El pelo del gato que orinó, es del mismo color que tus ojos, tal vez por eso piensas que puedes contarme estupideces, pero... ¿que no ves que soy sordo?
7
Patas largas, orejas cortas, besos hinchados de miel y ningún tipo de remordimiento a la hora de decir: "Adiós", es lo que pasa cuando los niños pequeños no van a misa, por eso yo ya que soy grande, no voy.
6
Me miro desde arriba y me grito:
-"¡En el epitafio final en mi tumba dirá:
"¡Ahhhhhhhhhh!
Murió Cayendo...
Justo antes de de tocar el fondo.!"
Después dio un paso y solo escuche ¡Ahhhhhhh!.
5
Lo que alguna vez fue santo y consagrado, hoy aparece en mi banqueta sangrado y corrompido; al principio, tengo que admitir que no lo vi y en la mañana le pasé el coche por encima, me bajé asustado y al verlo en el suelo, solo me dijo con una voz cansada: "Tengo muchos conocidos, pero pocos son mis amigos, siempre ha sido así, no me mates por favor."
Yo solo lo miré con una sonrisa sarcástica en la boca, como dándole la razón y luego me miré los pies y me di cuenta que estaba descalzo... exactamente igual que él.
4
Le dije: "Pues quédate como eres, ¡no me importa! ¡podrás ser la caca más bella del universo, pero al final seguirás siendo una mierda! porque la caca nace caca y caca se queda... después de eso me salí del baño encabronado.
3
Y así empezó todo, contando las pequeñas burbujas que salían de su boca y explotaban a la hora de hablar, después de pensarlo bien empezó a caminar y al darse cuenta ya estaba del otro lado, recordando las palabras que su padre un día le dijo: "Nadie muere antes de tiempo, así que no pierdas mi tiempo y ponte a trabajar, huevón!".
Miró el reloj y contento simplemente dejó de contar.
2
El señor de barba roja estaba sentado en la barra del bar, de pronto al querer beber un trago de su tarro, empezó a ahogarse en él mismo, la espuma no lo dejaba respirar, gritos de auxilio se oían en el bar, mientras el señor brincaba y trataba de aferrarse a la orilla del tarro pues no sabia nadar, una mano lo alcanzo a sacar... respiro, exprimió su sombrero y después volteo a ver al cantinero con una mirada amenazadora y le dijo: "¡Te dije claramente que me sirvieras en un tarro chiquito!"
1
Joo! El día parece que está un poco raro, el cielo se cae y las nubes no caminan, los patos empezaron a hablar y la nena tenía razón, hay patos en la luna, por eso de vez en cuando puedes escuchar su CUAC! desde la zotea...
PROLOCO
Con esta entrada comienza una serie de microcuentos, relatos, historias, conversaciones, palabras unidas sin coherencia alguna, tratando de explicar el inconsciente o las experiencias de alguna persona como tú o como yo, de alguien inventado que puede ser cualquiera de nosotros, de un cerebro encontrado en alguna alcantarilla, desempolvado y esclavizado a un teclado con monitor para enseñarlo a escribir, la intensión de contar algo coherente es nula. ESTO ES UNA ADVERTENCIA, las palabras son libres, se liberan directamente de ese cerebro para imprimirse en la pantalla, sin filtro alguno, siendo lo más directo entre los sueños, las neuronas y las palabras. Al final... nadie entiende a nadie.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)